En
octubre de 2015, la Organización Mundial de la Salud calificó la carne roja, el
beicon, las salchichas y hamburguesas como potentes cancerígenos, y recomendaba
no consumirlos.
Este
informe de la OMS ponía en serios aprietos a la industria cárnica porcina ya
que la institución había decidido
clasificar el beicon como un cancerígeno tan potente como el tabaco, junto con
salchichas y hamburguesas de carne procesada.
La
OMS había examinado un informe en el que se recomendaba que el beicon entrara
en la lista de productos que favorecen la aparición del cáncer y había aceptado
finalmente la propuesta, realizada por 22 científicos de 10 países diferentes.
La
reclasificación sitúa a este producto de cerdo en el primer nivel de
peligrosidad de los cinco que hay, junto con a productos tan variados como los
cigarrillos, el amianto, el arsénico, el alcohol y las emisiones de motores
diésel.
De
acuerdo con los científicos, comer 50 gramos de carne procesada al día, una
cantidad equivalente a menos de dos lonchas de beicon, incrementa la
posibilidad de sufrir cáncer colorrectal en un 18%.
La
OMS también ha incluido en la lista de productos "carcinogénicos para los
humanos" otras carnes procesadas junto al beicon, como las salchichas e
incluso las hamburguesas.
Sin
embargo las presiones de los lobbys industriales y políticos hicieron que esta
recomendación fuera suavizada convenientemente y así el Ministerio de Sanidad español
ha recordado que "consumir carne dos o tres veces por semana no produce
cáncer", enviando así un mensaje de tranquilidad al sector.
Así
que de comer 2 lonchas de beicon producen cáncer como consumir tabaco, alcohol
y las emisiones de los motores diesel, hemos pasado a un bueno no es para
tanto.
Así
que, ¿que hago?, ¿cómo, pero poco?, ¿no como?, es la típica pregunta que te
haces porque no hay una respuesta contundente.
Sin embargo es curioso que tras 30
años de recomendaciones nutricionales tenemos una sociedad que nos ha dejado
mas gordos, mas enfermos y peor alimentados que antes.
Por
tanto hay que buscar una nueva forma de pensar y comer sin creernos todo lo que
nos dicen por los conductos oficiales.
Es
muy curioso pero en Estados Unidos durante los años de la 2ª guerra mundial la
carne y los lácteos estuvieron restringidos por falta de mano de obra en los
campos, y la tasa de enfermedad cardiovascular cayo en picado. Sin embargo
después de la guerra la carne y los lácteos volvieron a estar disponibles y la
tasa de enfermedades volvió a subir de la misma manera.
Así
que algo tendrá que ver el consumo de carne roja y sus derivados con estas
enfermedades.
Evidentemente
si nos dice la OMS que no es buena y es potencialmente cancerígena, ya se
ocuparan las industrias cárnicas (que perderían miles de millones de euros) en
dulcificar el mensaje para que no parezca tan grave y así seguir sacando
beneficios.
Lo
curioso es que estas industrias y sus aliadas las farmacéuticas, hacen una
presión constante sobre los médicos para que les digan a sus pacientes que
coman con moderación, lo que significa mas o menos que hagas lo que quieras.
Porque,
¿que es moderación?
¿Una
vez a la semana? ¿una vez al mes? ¿tres días en semana? Nadie lo sabe, cada
medico que dirá su opinión, así que al final uno dice:
“Pues
no será tan malo, si me dicen que lo haga moderadamente…..”
Es
lo mismo que cuando te dicen que hagas ejercicio moderadamente, ¿qué quieren
decir? ¿1 vez al dia? ¿1 vez a la semana?
Como
no queda claro, al final lo haces cuando tu quieres que suele ser NUNCA.
Pero,
¿por qué es mala la carne?
Entre
otras cosas, el problema de la carne es la industria que la maneja, para
producir un cerdo o un ternero, se necesita mucho dinero y como la industria
quiere beneficios rápidos, lo que hace es acelerar el desarrollo.
¿Cómo?
Muy sencillo, ¿qué hace la gente que tiene los músculos mas grandes del mundo,
los culturistas? Toman esteroides, y otras sustancias que modifican su
composición física.
Pues
a la vaca y al cerdo, les ponemos esteroides, hormonas, antibióticos y lo que haga falta, para que no se pongan
enfermos y crezcan en unos meses lo que deberían crecer en años con
alimentación natural.
Cuanto
antes crezca el animal y lo vendamos al matadero antes cobramos, así que no hay
problema, inflemos al pobre animal y ya esta.
¿Pero
y que pasa con las regulaciones sanitarias? Pues muy sencillo, como la
industria es muy potente y crea muchos empleos y es muy generosa con los
partidos políticos, se suavizan las regulaciones y se pueden pasar sin
demasiados problemas.
El
problema real es que todo eso que le han metido al animal para que crezca te lo
comes tu y modifica tu cuerpo, cambiando entre otras cosas el equilibrio
acido-alcalino.
De
ese os hablo en el siguiente post.
Recuerda:
Tu medico trabaja para ti y no al reves. Solicitarle consejo no significa que
tengas que hacer lo que te dice. Es tu cuerpo, no el suyo por tanto, tu decides
como quieres que traten un asunto de salud que te preocupa.
Saludos.
Luis
Perona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario