Hace unas semanas, apareció este articulo en EL PAIS, os lo paso porque creo que seguimos consumiendo algunos alimentos que son puro veneno, y lo que es peor a veces se los damos a nuestros hijos.
Existe
una máxima que dice que para llevar una dieta sana y equilibrada es
imprescindible comer de todo. Sin embargo, a pesar de que la norma es aceptada
por la mayoría, últimamente no son pocas las voces expertas que la cuestionan,
y señalan con el dedo aquellos alimentos que deberíamos dejar de consumir, o al
menos reducir su ingesta, si queremos proteger nuestra salud. Hemos pedido a
varios expertos en nutrición que nos dijeran los que para ellos son alimentos
tabú, y este ha sido el resultado.
Rollitos
de primavera
"Hinchazón
abdominal, indigestiones, pesadez digestiva y, en casos extremos, hasta
diarreas o intoxicaciones leves", así describe Rubén Bravo, experto en
Nutrición y Gastronomía del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), los
efectos que pueden acompañar a una exótica cena elaborada con este clásico del
menú oriental. Según el experto, "el elevado contenido de grasas saturadas
que contienen los aceites que suelen emplear en los restaurantes de corte
asiático junto con las harinas refinadas que utilizan para los fritos y rebozados
promueven el aumento del colesterol y del sobrepeso". Por cierto, los
rollitos auténticos son como las torrijas: en China solo se consumen durante
unos pocos días al año.
Combinados
con bebidas energéticas
Al
salir de fiesta debería vigilar qué es lo que va a beber, ya que, ni de lejos,
todas las opciones son iguales. Algunas ponen en marcha en nuestro organismo
ciertos efectos que sin duda la mayoría de los jóvenes no tienen en cuenta.
Rubén Bravo, experto en nutrición, nos recuerda que "la combinación de una
bebida espirituosa de alta graduación con una energética es una bomba de
posibles problemas para la salud". Y es que según Bravo, "los
excitantes como la cafeína y la taurina combinados con las vitaminas B6 y B12
enmascaran los efectos negativos aportados por la bebida espirituosa,
acelerando el ritmo cardíaco y aumentando los niveles de azúcar en sangre. El
abuso de estos combinados puede afectar al hígado, al páncreas y al sistema
cardiovascular".
Patatas
de bolsa
Su
alto contenido en sal es, en opinión de la profesora Iva Marques, de la
Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de la Universidad de Zaragoza,
lo más perjudicial de las patatas de bolsa. La mayoría contiene alrededor de
1,5 gramos de sal por 100 gramos de patatas, aunque algunas llegan a los 2,3.
Los días que comamos un paquete grande superaremos el límite que fija la OMS.
Pero lo que lleva a Antonio F. Murillo Cancho, profesor del curso Experto en
Nutrición Deportiva de la Universidad Internacional de La Rioja, a elegir este
producto como alimento prohibido, es su inserción en el paraguas de
"alimentos ricos en aceite de palma". Bajo la leyenda de "aceite
vegetal" en la etiqueta, según el experto, se suele ocultar "un alto
contenido en ácidos grasos saturados que convierte al aceite extraído del fruto
de la palmera Elaeis guineensis en un potencial peligro para nuestra salud
cardiovascular”. Y, ¿el consumo de aceite de palma provoca cáncer? La respuesta
no es rotunda: para Helle Knutsen, jefa del Panel de Contaminantes de la Cadena
Alimentaria de la EFSA, "no se puede establecer un nivel de ingesta seguro
para estos ésteres". Pero el compuesto no forma parte de la lista de
ingredientes cancerígenos de la OMS y ni la Unión Europea ni otros organismos
nacionales de salud han prohibido su uso o recomendado excluirlo de la dieta.
Lo único que afirma la EFSA es que el aceite de palma contiene ésteres gliciril
de ácidos grasos (GE) que, procesados a más de 200 ºC, dan lugar a un compuesto
tóxico y cancerígeno: el glycidol.
Salchichas
de queso
Si
hay un menú que resuelve infinidad de cenas familiares y que los niños adoran
es el que incluye un plato de salchichas tipo frankfurt, y si están rellenas de
queso, mejor. Sin embargo, la nutricionista Laura Pire, propietaria de un
centro de nutrición avanzada, no trae buenas noticias al respecto. “La baja
cantidad y calidad de proteínas junto con el exceso de grasas saturadas y sal
convierten a este plato en una elección poco recomendable". ¿Qué tipo de
riesgos estamos asumiendo sin ser conscientes de ello? La experta apunta a la
salud cardiovascular como la más perjudicada por su consumo: "La ingesta
continuada de este tipo de alimentos descompensa la tensión arterial y fomenta
la obesidad y la arteriosclerosis".
Bollería
industrial
Probablemente
no se sorprenderá con la elección de la doctora María Garriga,
dietista-nutricionista en el Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid). Sin
embargo, nunca está de más recordar la inconveniencia de consumir bollería
industrial. "En la mayoría de los casos su elaboración incluye grasas
trans o hidrogenadas o aceites de alto contenido en ácidos grasos saturados
(aceites de palma, palmiste o coco)", justifica la experta. De modo que, a
la hora de la merienda, puede dejarse convencer por los argumentos de sus hijos
o bien atender las advertencias de Garriga y buscar otras opciones. "Las
grasas mencionadas están relacionadas con un mayor riesgo de sufrir
enfermedades cardiovasculares, porque son las que aumentan los niveles de
colesterol LDL. Además, suelen tener un alto contenido en azúcares, cuyo
consumo se asocia con la obesidad y el aumento del riesgo de accidentes
cardiovasculares", advierte.
Cubitos
concentrados
Algunas
marcas nos venden estos pequeños daditos con el argumento de que enriquecen las
comidas. Sin embargo, parece ser que el sabor no es lo único que obtenemos
cuando los consumimos. "Los ingredientes principales de estos cubitos son
la sal, la grasa de palma y los potenciadores del sabor como el glutamato
monosódico, y ninguno de estos ingredientes es necesario para una dieta
saludable", señala la doctora María Garriga García. “Los cubos de caldo,
así como las salsas, sopas comerciales, aperitivos salados y embutidos son
algunos de los alimentos que más sal contienen”. Este alto contenido en sal es
el principal motivo por el que Garriga desterraría este alimento de la cesta de
la compra, ya que "favorece la aparición de hipertensión y otras
enfermedades cardiovasculares".
Carne
en lata
Marta
Gámez, directora técnica del Grupo NC Salud, menciona las pruebas aportadas por
el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, órgano de la
Organización Mundial de la Salud especializado en esta enfermedad. La entidad
médica ha clasificado la carne procesada como carcinógena para los humanos,
basándose en evidencia suficiente de que el consumo de carne procesada causa
cáncer colorrectal. La experta revela que "aunque aún no se ha podido
establecer una dosis segura de este tipo de alimentos, los expertos afirman que
el riesgo aumenta cuanta más cantidad se ingiere".
Refrescos
azucarados
Si
hay un tipo de bebida directamente relacionada con la obesidad es, sin duda,
los refrescos de cola o los elaborados a base de extractos de té o plantas con
azúcar añadido. Así lo asegura la directora técnica en la Clínica Alimmenta,
Juana María González Prada, quien sostiene que "hoy en día se sabe que su
consumo no solo favorece el aumento de peso, sino que también incrementa la
posibilidad de desarrollar caries". La OMS recomienda no ingerir más de 50
gramos de azúcar al día y fija una ingesta ideal de 25. Un bote de estos
brebajes suele contener 35 gramos.
Ya sabes, si no quieres irte envenenando poco a poco, elimina estos alimentos de tu lista de la compra y si los tienes en la despensa tíralos a la basura, igual que harías si supieras que tienes veneno en casa.
Saludos.
Luis Perona.