jueves, 28 de julio de 2016

Contaminación celular.

Cada vez aparecen mas enfermedades y en edades mas tempranas, sin embargo la medicina cada vez avanza mas rápidamente y tiene mas medios que nunca antes.

Entonces ¿por que no se erradican las enfermedades mas comunes?

Una de las claves tiene que estar relacionada con la contaminación que nos rodea, tanto alimenticia, como del agua y del aire.


El asunto es que cuando las células no pueden acceder a los nutrientes necesarios mueren, pero algunas sobreviven cambiando sus hábitos y alimentándose de los productos tóxicos de los residuos metabólicos.

Es lo mismo que le sucede a una persona en el desierto, puede sobrevivir bebiendo su propia orina, pero a la larga tendrá múltiples problemas y morirá.

A nivel celular lo que sucede es algo parecido, las células mutan y aparece el cáncer, que es una forma desesperada de las células para sobrevivir y no envenenarse.

Algo parecido nos sucede con las bacterias. Es muy curioso pero las bacterias nunca atacan, no infectan nada que este limpio y sano, igual que no atacan a una manzana que esta colgando de la rama del árbol. Pero cuando la manzana cae al suelo, las bacterias empiezan a atacar. Ahora es cuando aparecen las toxinas, cuando se empiezan a descomponer los tejidos o los alimentos.

Estas bacterias se reconocen por su naturaleza acida y su olor desagradable. Lo mismo sucede en nuestro organismo, si los tejidos están sanos, las bacterias no nos atacan, pero si nuestro cuerpo tiene exceso de alimentos ácidos (carnes procesadas, rojas, alcohol, tabaco), y esto se repite día tras día y año tras año, lo que estamos haciendo es llenar nuestros tejidos con productos ácidos, y ese es el caldo de cultivo para que las células no tengan suficientes nutrientes y las bacterias empiecen a atacar, apareciendo los síntomas de la enfermedad.


Nuestro cuerpo requiere de una buena digestión para garantizar la eficaz rotación de aproximadamente sus 60 a 100 billones de células. Para mantener la salud, el cuerpo necesita crear 30.000 millones de células diariamente para reemplazar a las viejas, desgastadas o dañinas.

Cuando este proceso se realiza sin contratiempos, día tras día, año tras año, las nuevas generaciones de células son tan eficaces y sanas como las anteriores. Y aunque algunas células como las del cerebro y corazón no pueden ser reemplazadas, sus componentes (átomos de carbono, oxigeno, hidrogeno y nitrógeno) si se renuevan constantemente.

El cuerpo esta sano en la medida en que también lo estén la sangre y la linfa. Si estos dos fluidos contienen grandes cantidades de toxinas, pueden producir irritaciones, inflamaciones e infecciones o bien daños en las células y en los tejidos de las partes mas vulnerables del organismo.


La respuesta de curación depende de la eficacia del sistema inmunológico, localizado en su mayor parte en el tracto intestinal. Una vez se reduce la congestión, el sistema inmunológico vuelve a tener pleno rendimiento y a ser eficaz

Sin embargo en muchos de nosotros aparece el dolor, y ¿que hacemos para evitarlo? Tomar analgésicos que nos permiten enmascararlo como el ibuprofeno o el paracetamol.

Sin embargo el dolor no es una enfermedad en si, sino la señal de una adecuada respuesta inmunología frente a una situación anómala, que puede significar una congestión linfática, sanguínea o de residuos orgánicos. Algo similar a si tenemos una alarma contra incendios en casa y cuando suena, lo que hacemos es desconectarla, ya sabemos lo que nos puede pasar.

En los tejidos faltos de oxigeno casi siempre se manifiesta el dolor. El dolor crónico indica que la respuesta inmunología no es suficiente y que la causa del problema sigue sin estar resuelta.

Es absurdo matar al mensajero, al dolor, que intenta advertirnos del acecho de un enemigo. Ya que dolor crónico se debe a una congestión crónica, antes de tratar el dolor tenemos que limpiar el hígado, los intestinos y los riñones y de ese modo la sangre y el sistema linfático. Este método en la mayoría de los casos alivia y restablece la buena salud y las respuestas inmunológicas adecuadas.

Cuando desaparece el dolor de manera natural por medio de una limpieza o porque se ha eliminado la congestión corporal sin usar medicamentos, significa que el cuerpo ha recuperado su estado de equilibrio.

Otra característica común de las la mayoría de las enfermedades es la sangre espesa que se hace evidente entre otros síntomas por el cansancio, y la falta de flexibilidad de ciertas partes del cuerpo. Si la columna y las articulaciones experimentan un continuo estado de rigidez y dolor significa que la mayoría de los órganos internos sufren problemas circulatorios.

Un rio de agua pura y limpia fluye con mas facilidad y menos trabas que uno de lodo e inmundicias. Una de las funciones mas relevantes del hígado es mantener la sangre fluida a fin de que esta pueda distribuir de manera adecuada los nutrientes a las células, recoger los residuos y transportar las hormonas mensajeras a sus respectivos destinos. Pero el hígado no funcionará correctamente si no tomamos una serie de decisiones.


Entonces, ¿que podemos hacer? Únicamente hay dos soluciones:

1º Cambiar nuestros hábitos alimenticios de forma que el 80% de lo que comemos sean frutas y verduras, eliminar el alcohol, el tabaco y las comidas procesadas.
2º  Hacer ejercicio de forma regular y adecuada para ayudarnos a mantener la salud.


Seguro que ya lo sabias, pero es que en temas de salud, no hay atajos, o cambias tus hábitos o tendrás que sufrir la contaminación celular y las enfermedades y sus dolores.

Saludos.

Luis Perona.


miércoles, 13 de julio de 2016

Como adelgazar facilmente.

Una de los problemas que tiene cualquier persona cuando va a hacer una dieta, es controlar la ansiedad. Porque cada vez que nos prohíben comer algo, nos entra mas ganas de comer ese alimento y eso nos crea mas ansiedad.


Sin embargo hay una serie de trucos sencillos para poder reducir peso sin tener que sufrir esa ansiedad. Aquí tienes unos cuantos:

Cambia la forma de comer. Puedes comer menos sin pasar hambre. Los estudios demuestran que tu cerebro necesita al menos 15 minutos para recibir el mensaje de que has comido. Así́ que come despacio. Tómate tu tiempo para saborear la comida. La regla sencilla es que dejes los cubiertos en el plato cada vez que metes un bocado en la boca y no los vuelvas a coger hasta que hayas masticado completamente el alimento y lo tragues. Verás como comes menos cantidad porque tu cerebro te dirá que ya has comido bastante.

2º. Come más vegetales y frutas, ya que te darán sensación de saciedad sin añadir más calorías.


3º. Usa platos pequeños. De ese modo engañas al cerebro porque tu ración parecerá́ mayor y no sentirás que estás comiendo muy poco. Y cuando notes que ya estas lleno al 80% deja de comer. No sigas comiendo aunque te guste mucho, guárdalo para otro día.

Evita los alimentos que incitan a comer de forma compulsiva, esos de “si empiezo, no paro”. Por ejemplo, coger las patatas chips mientras ves la televisión, o las palomitas en el cine. Y sobre todo no consumas refrescos azucarados, cervezas o alcohol, que te dan muchas calorías sin saciar tu hambre, bebe solo agua.

Evita comer demasiado cuando cenes con los amigos. Selecciona un plato y nada mas y no picotees de lo que ellos te ofrezcan.

No te saltes comidas. Saltarse o retrasar comidas puede hacerte sentir hambre para que en la siguiente comida no seas capaz de comer la cantidad correcta.


Bebe al menos 8 vasos grandes de agua cada día para ayudarte a sentirte lleno.


Si tienes hambre entre las comidas, toma fruta.

Comienza la comida con una sopa o caldo, o una ensalada, eso hará que comas menos de la comida principal.


10º Si comes carne, que sean magras. Por ejemplo pavo asado, pollo sin piel, conejo, o filetes de pescado. Consume ternera, vaca, cordero o cerdo solo 1-2 veces a la semana.

Recuerda que si necesitas perder peso, ya sabes que deberás ingerir menos calorías que las que gastas. Para perder medio kilo a la semana, necesitas comer unas 500 calorías menos de las que sueles tomar. Por tanto tienes que cambiar la forma de comer.

Estos truquitos son sencillos pero no fáciles, ya nos los sabemos, pero lo difícil es ponerlos en marcha. Eso se debe a que tenemos que cambiar la forma en que hemos hecho las cosas durante años, por eso es necesario que los practiques conscientemente durante al menos 21 días.

Esa es la regla que permite que nuevos hábitos se transformen en conductas habituales, son solo 21 días, te desafío a ver si eres capaz de hacerlo durante 21 días.


Ahora te falta la segunda parte de la ecuación. Cuando se quiere perder peso solo hay que hacer dos cosas; comer menos y aumentar la actividad física.

De la comida ya hemos hablado, ¿que hacemos con la actividad física?

La actividad física regular puede ayudarte a controlar tu peso y de esta forma a bajar el colesterol LDL (el malo). También puede ayudarte a aumentar el colesterol HDL (el bueno), bajar los triglicéridos y mejorar el estado de tu corazón y de tus pulmones.

Ahora bien, algunas personas piensan en actividad física y se imaginan un ejercicio extenuante, pero no es necesario entrenarse como si fuéramos a correr una maratón, hay que ir despacio al principio. Por ejemplo, empieza dando un paseo durante los descansos en el trabajo, usar las escaleras en lugar del ascensor, o no cojas el coche para ir cerca de casa, y de ese modo y gradualmente aumentar el ritmo.

Empieza andando despacio (15 minutos/kilometro) y aumenta progresivamente el ritmo (hasta lograr 10 minutos/kilometro), si no te gusta caminar, haz bicicleta, patina, juega al tenis, al golf o incluso apúntate a bailar. El caso es que hagas algo de forma constante (al menos 4 días en semana y una hora por día).

Si no sabes cuanto son 15 minutos por kilometro, ahora lo tienes fácil, en cualquier móvil puedes descargarte aplicaciones para calcular el gasto calórico, los kilómetros recorridos, etc.

Como ves solo necesitas una cosa COMPROMISO, comprométete contigo mismo, desafíate, di a ti mismo, ¿A QUE NO SOY CAPAZ?, y prueba durante 21 días.

Éxito.

Saludos.

Luis Perona