El
oncólogo y profesor Henri Yoyeux, firme defensor de que la comida es la mejor
medicina, publica en España la 'Biblia de la alimentación sana' Masticar 25
veces, tomar miel, comer una manzana para empezar el día o evitar la leche de
vaca son algunas de sus recomendaciones
Comer
es un acto instintivo, pero cada vez hay más evidencias de que no lo estamos
haciendo bien. Ocurre, además, que los mensajes sobre lo que resulta bueno o
malo para el organismo se multiplican y uno ya no sabe de qué alimentarse ni a
qué fuentes acudir. Conforme más se lee, existe una mayor confusión.
Un
ejemplo: en 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó una gran
alerta mundial al anunciar que la carne procesada puede causar cáncer. Visto el
revuelo, el organismo internacional tuvo que explicar que no había que dejar de
tomarla, aunque sí reducir su ingesta en la medida de lo posible. Una de las
eminencias en este asunto, el oncólogo y profesor Henri Joyeux, sostiene que
debemos retirar o aminorar lo antes posible en nuestra dieta "los alimentos
grasos, sobre todo las carnes y los productos de charcutería, acompañados de
las salsas".
Desaconseja
la carne, especialmente la roja, más de dos veces a la semana. Así lo
manifiesta en el bestseller internacional Come bien hoy, vive mejor mañana (Ed.
Planeta), que se publica en España el próximo 5 de septiembre.
Bautizada
como "la Biblia de la alimentación saludable", esta obra que enseña a
comer de forma nutritiva para alejarnos de las enfermedades ha vendido medio
millón de ejemplares en Francia, país de origen del reputado doctor. La tesis
es que el consumo de ciertos alimentos está relacionado con el cáncer, la
diabetes, la obesidad y otras dolencias, y que debemos desterrar del menú
ciertos ingredientes para gozar de una buena salud:
"Incluso
personas sanas se plantean preguntas sobre sus hábitos alimentarios. Se están
abriendo paso grandes cambios. La alimentación se va a convertir en la primera
medicina".
Productos
ecológicos ¿Con qué bebida acompaño las comidas? ¿Son tan recomendables los
productos ecológicos? ¿Cómo conservo los alimentos y los preparo para
aprovechar sus propiedades? Son algunas de las respuestas que ofrece este
libro. A saber:
"Una breve cocción al vapor, que no
supere los 95 grados, además de conservar vitaminas y fitohormonas, convierte
en bio los alimentos, pues deja en el agua metales pesados, pesticidas y otras
sustancias tóxicas". Si vas a comer carne, el oncólogo apuesta por la
procedente de seres alados, en lugar de cuadrúpedos.
Además,
aconseja masticar bien para prevenir el alzhéimer -un mínimo de 25 veces-.
"El primer signo de su aparición es la pérdida del sentido del gusto, por
lo que es importante estimular siempre las papilas gustativas". Respecto a
la polémica con los productos lácteos, el doctor sentencia: "Que sean de
oveja o de cabra, y no de vaca, y preferiblemente sólo dos o tres veces al
día".
Sí
ensalza en cambio la miel y todos los productos procedentes de la abeja. Para
Joyeux, los medicamentos son muy eficaces para alcanzar los objetivos que
persiguen, sin embargo, también provocan efectos adversos que no tienen estos
comportamientos de prevención: las pequeñas decisiones en el día a día de
nuestros hábitos fáciles de comprender y muy eficaces para mantenernos
saludables.
Pero
no están presentes en el discurso de cadenas de televisión, ni siquiera las
públicas, "porque no aportan nada desde el punto de vista del lucro",
sentencia el autor.
Empezar
el día con una manzana. El médico digestivo describe las dietas que funcionan y
las que deberíamos evitar porque ponen en riesgo la salud con el fin de perder
peso. Aconseja que la proporción de productos vegetales respecto a cárnicos
debe ser de 80/20, una manzanilla antes de dormir y una manzana como costumbre
para empezar el día. Tres tazas de tisanas al día (tomillo, romero o té verde)
son fuente de buena salud. De la mala, en cambio, el pan blanco y el calcio en
exceso: "Aumenta el riesgo de sufrir párkinson".
Y no restringe del todo el alcohol, aunque
nada de atiborrarse el sábado o el domingo. Se trata de ir consumiendo una
botella de vino de 75 ml a lo largo de la semana, al estilo francés:
"Facilita la digestión, ya que permite que la musculatura lisa de la parte
superior del tubo digestivo se contraiga, que el píloro se abra y que el duodeno
y el intestino delgado alto se contraigan. Y evita las infecciones del aparato
urinario, la nefritis y la cistitis".
A la
hora de cocinar, el médico apuesta por las barbacoas verticales: "Cuando
el fuego se coloca horizontalmente bajo el alimento se producen alimentos
cancerígenos como los benzopirenos". Para evitar la enfermedad, el
oncólogo apuesta por ingerir 500 gramos de fruta y verdura al día: "Se
reduce en un 50% la probabilidad de padecer cáncer de colon y del tubo
digestivo". Su favorita es la granada, que actúa contra el colesterol. Y
destaca los beneficios del ajo y del romero, inhibidores del proceso de
formación de los tumores.
Respecto
a una dieta sin gluten -cada vez hay más personas no celíacas que se suman al
movimiento gluten free como estilo de vida-, el autor afirma que la alergia o
intolerancia es causa de porosidad intestinal, es decir, intestino permeable.
"Se produce una absorción intestinal deficiente, que desemboca en diarrea,
fatiga, dolores de abdomen, pérdida de peso, anemia...". Chocolate,
cerveza, alcohol a base de cereales como el vodka, productos de charcutería,
sopas precocinadas, aderezos para ensaladas... Joyeux advierte de que un
artículo incluya en su etiqueta la fórmula 'sin trigo' no supone necesariamente
que no lleve gluten, "por lo que debemos tener cuidado y no caer en las
trampas del sector alimentario". Las mentiras de la industria
También
declara la guerra a los alimentos funcionales con eslóganes nutricionales a
menudo exagerados o, incluso, falsos: "Es el caso de los yogures que
aseguran reducir el colesterol gracias a la adición de Fito esteroles, o de las
margarinas o mantequillas modificadas. No son más que paparruchas".
En
cuanto a la obesidad, uno de los grandes males del siglo XXI, echarle toda la culpa
a la genética o a un factor infeccioso es científicamente falso según el
profesor, pero continúa siendo el argumento que esgrimen algunas escuelas de
medicina que cierran los ojos a los hábitos alimentarios. "A menos que lo
que ocurra en realidad sea que reciben financiación de grupos de presión muy
poderosos".
Creo que son recomendaciones sencillas y prácticas, ya sabes puedes pagar antes o después, lo que no pagues en prevención, lo pagarás en enfermedad y tratamientos médicos.
Yo elijo pagar antes.
Saludos.
Luis Perona.