Os paso otro informe que aparecía en prensa hace unos días y que explica porqué cada vez hay mas enfermedades que no terminan de desaparecer a pesar de utilizar antibióticos en los hospitales.
Cada
vez que compramos carne hemos de saber que la forma en que se ha criado el
animal del que procede puede llegar a ser la causa de nuestra muerte algún día.
Y no porque la carne tenga un efecto tóxico de efecto retardado, sino porque
por cada kilo de carne que se produce en España se emplean 402 miligramos de
antibióticos. El abuso de los antibióticos como profiláctico para evitar
infecciones en la cría de animales es una de las principales causas de las
resistencias bacterianas por las que algunas afecciones comunes como la
neumonía o la infección de orina, ya no respondan a los tratamientos
disponibles.
Numerosos
informes han alertado de las graves consecuencias del aumento de las
resistencias bacterianas. Se estima que cada año mueren ya ahora en Europa
25.000 personas —2.500 en España— por bacterias y otros microorganismos
resistentes a los antibióticos. De seguir en esta progresión, algunos expertos
vaticinan que las infecciones bacterianas pueden volver a ser un azote para la
humanidad como lo eran antes del descubrimiento de la penicilina, es decir, una
causa frecuente de muerte a cualquier edad. Perder el tesoro que representa el
arsenal de antibióticos con los que curar infecciones sería el peor de los
desastres. Y lo peor es que eso puede ocurrir no porque sea inevitable, sino
como consecuencia de una lamentable desidia que abarca a toda la cadena
productiva, desde las autoridades que tienen la misión de vigilar la correcta
prescripción de los fármacos, a los veterinarios que los prescriben y los
ganaderos que los administran.
España
es el segundo país de la UE, después de Chipre, en el que más antibióticos se
usan en la crianza de animales, según un informe emitido por la Agencia Europea
del Medicamento. Usamos cuatro veces más antibióticos que Alemania y seis veces
más que Francia, por citar dos países con importantes cabañas ganaderas. Las
consecuencias de esta imprudencia no las pagan solo quienes comenten la
infracción. Las pagamos todos. Aunque se observa una mayor incidencia de
resistencias bacterianas en los países con mayor consumo de antibióticos, a la
larga el problema se extenderá, pues las bacterias no se paran en las
fronteras. Por esa razón, algunos países como Bélgica han amenazado con
denunciar a España por el incumplimiento de los patrones de prescripción, tanto
en animales como en humanos.
El
uso de antibióticos en ganadería descendió en el resto de Europa un 13% entre
2011 y 2015. En España ni siquiera hay datos de ese periodo. En 2014 se aprobó
un plan estratégico para reducir el consumo de uno de los antibióticos más
utilizados en la cría de cerdos, la colistina. Es un antibiótico de último
recurso para los humanos que se utiliza para prevenir infecciones en las
granjas debido al hacinamiento de los animales. El plan está basado en la
voluntariedad y, aunque se han adherido formalmente el 70% de las empresas
cárnicas, el consumo apenas ha descendido un 3% en el último año. Puesto que la
persuasión no funciona, habrá que recurrir a lo que recomienda la OMS: la
prohibición como profiláctico.
Por tanto, tu decides si debes comer carne o no, pero ya sabes que ademas de la carne, te estas metiendo en el cuerpo, antibióticos, además de hormonas y esteroides para que los animales engorden mas rápido.
Saludos.
Luis Perona.
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