Os
dejo otro artículo que aparecía en el diario EL PAIS hace una semana, creo que
los consejos que da, son muy prácticos y podemos copiarlos.
En
Japón viven más de 65.000 centenarios. Una cifra que le ha servido para volver
a batir en 2016 el récord mundial. La mayoría de ellos viven en la isla de
Okinawa –que el investigador Dan Buettner identificó como una de las zonas
azules (o más longevas) del planeta–, así que cuando se trata de descifrar las
claves de la longevidad es normal que nuestras miradas se dirijan allí.
¿Qué
comen? ¿Cómo duermen? ¿Cómo enfrentan las adversidades? Son algunas de las
preguntas a las que responde El método japonés para vivir cien años. Un libro
en el que la periodista Junko Takahashi se ha servido del testimonio real de
extraordinarios centenarios japoneses, para dilucidar cómo podemos hacer para
llegar a cumplir 100 años. “A través de sus historias increíbles —escribe
Takahashi— se descubre que tienen mucho que enseñarnos sobre cómo vivir más
tiempo, y lo que es más importante, cómo disfrutarlo”. Si los hábitos
saludables pueden alterar para bien nuestro ADN, ¿por qué no intentarlo?
Su
dieta es ligera y sana
La
tasa de obesidad en el país –según datos de Central Intelligence Agency– es
solo del 5%, frente al 33% en Estados Unidos o el 26% en España. Su
alimentación es alta en carbohidratos, procedentes de los vegetales, y baja en
lípidos (grasas). Cada japonés consume, además 53,68 kg de pescado al año –más
del doble que en Estados Unidos y España–. Otra cosa que observó Takahashi es
que todos coincidían en su forma de comer: un concepto slow, masticando bien,
haciendo tres comida al día y sin llenar de todo el estómago. Lo llaman el hara
hachi bun me (literalmente “un ochenta por ciento del estómago”) y significa
que hay que dejar de comer antes de llenarse.
El
ejercicio, una rutina nacional
Según
los gerontólogos que han estudiado el caso japonés, la actividad física
continuada evita el síndrome de la fragilidad en las personas mayores. Es
decir, hace que no se atrofien los músculos y que sigan manteniendo el apetito.
Aunque
los japoneses siguen haciendo ejercicio pasados los 70 y 80, cogen ese hábito
desde niños a través de la calistenia, una especie de rutina nacional a la que
se entregan todos los vecinos independientemente de cuál sea su edad. La
calistenia son una serie de ejercicios que desde bien temprano –comienza a las
seis y media de la mañana– puede seguirse desde cualquier lugar a través de la
televisión y la radio. Así no es de extrañar que existan historias como la de
Hidekichi Miyazaki, que a sus 106 años, ha ganado 32 medallas de oro en los
campeonatos de atletismo veterano de Japón.
Nada
de jubilarse
A lo
largo de sus entrevistas Takahashi observó que la mayoría de personas que
llegaron a cumplir 100 años, trabajaron hasta los 90. Eran, además, gente que
obtenían una gran satisfacción en compartir su conocimiento con los demás. Y
todos, observó, escribían a diario. Ya fuese un diario, pequeñas notas, listas,
etc...
Además
de cuidar su cuerpo, los centenarios japoneses se cuidan mucho de mantener su
cerebro en forma y realizan ejercicios mentales a diario. Son muy populares
unos cuadernos de entrenamiento mental que diseñó un profesor de medicina
antienvejecimiento y que, dice, estimulan el lóbulo frontal del cerebro. Estos
ejercicios incluyen cálculo, ejercicios de caligrafía o leer en voz alta. La
fotoperiodista Tsuneko Sasamoto, de 101 años, cuenta, por ejemplo, cómo se
afana cada día en coordinar la ropa con los accesorios que lleva para mantener
su mente activa.
Buscan
la perfección
“Los
japoneses son los mejores en coger lo que funciona y llevarlo a su esplendor,
desde la tecnología a la tradición”, explica Alfredo Tucci, experto en la
cultura y tradición japonesa. “De hecho, allí conservan un culto a la artesanía
o a la cultura del samurái, que es como si en España aún hubiera caballeros
andantes o se fabricarán armaduras: algo impensable”. Según Takahashi, los
centenarios que entrevistó siempre "conservaban las ganas de saber y
buscar información". Además, los japoneses no se andan con rodeos y tratan
de ser prácticos. Acuden al médico, por ejemplo, una media de 13,4 veces al
año, el doble que los británicos, lo que permite detectar enfermedades en fase
precoz.
Disfrutan
al aire libre y son sociables
Ya
sea realizando labores de jardinería o cultivando algo en sus huertas –como la
mayoría de centenarios de Okinawa– lo cierto es que a los japoneses tienen
hobbies al aire libre que ayudan, por ejemplo, a potenciar la absorción de
vitamina D y la asimilación de minerales esenciales como el calcio. El
gerontólogo Nobuyoshi Hirose encontró, además, tras investigar a más de 800 centenarios
desde el año 2000 que entre los mayores de 105 años no se producen catarros.
Paseando
o haciendo ejercicio en un entorno natural los centenarios muestran también
menores niveles de estrés y se sociabilizaban: son personas extrovertidas a las
que les gusta salir y hacer nuevas amistades. Veinte de cada cien centenarios
en Japón llevan una vida autónoma.
Como
veis, algunas de las claves que he repetido en este blog muchas veces, alimentación
sana, ejercicio físico y mental, por tanto si mantenemos estas claves, viviremos
mas años y lo mas importante con mejor salud.
Saludos.
Luis
Perona.
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